miércoles, 1 de agosto de 2007

Con Fotos

Hoy es uno de esos días que arrancan bien, bastante bien. Avanzan y las cosas van mejorando, la cosa más interesante y agradable. Llega uno a la hora del almuerzo con algunas dudas y problemas, pero con en ánimo en alto. Hay que comer rápido porque hay una reunión importante y antes de la misma, se logra resolver parte de los inconvenientes antes 'mencionados'. La reunión, entonces, tiene un comienzo que promete, hasta que llega lo inpensabel (indeseable, mejor). Sale uno de la reunión, con más trabajo y con la sensación de que el punto final está más lejos de lo que se pensaba (aunque no necesariamente es verdad). Desde ese momento el día deja de ser el que era y el ánimo no está tan arriba como al principio. Además, llegan a la cabeza "recuerdos" de lo que vendrá (porque se vienen días de vacaciones) y entonces tiende uno a distraerse, a perderse en esos "recuerdos" de las cosas que se harán..., y el día se hace largo. Y llegan los recuerdos de la realidad en la que uno se encuentra, de la soledad que lo espera, acogedora, en casa..., y el día se hace demasiado corto.
Hoy es uno de esos días..., uno de esos extraños, fantabulosos días.

De otro lado, ayer "fue uno de esos días" en los que se dedica un tiempito a subir fotos viejas. Y pues acá están. Lo que me faltaba mostrar de mi viaje a París. PAra verlas más grandes, se puede visitar mi Picasa.

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