En Beijing...

Agotado...

Después de enterarme de los problemas que tengo en mi trabajo, pues tocaba ponerse juicioso. Y la verdad es que esta semana estuvo agotadora. Afortunada o desafortunadamente, no solo trabajé. Deporte y comida con amigos estuvieron presentes a lo largo de la semana.
Lo malo es que aun no salgo totlamente del "pantano" en el que estoy metido, en cuanto al trabajo se refiere... Y al descanso no se ve llegar, por lo menos no como lo he estado esperando.
Y es que enste fin de semana tengo una visita super bacana y pues hay que atenderla como se lo merece: ¡con todas las de la ley! (Como trato de hacerlo con todas las personas que pasa por esta lado...)

Deprte... ¡Por fin!

Sí, sí. Desde hace rato vengo dándole al ciclismo haciendo, incluso, cada Domingo una excursión turística al rededor de Turín. Pero, aunque me gusta muchísimo montar cicla y disfruto por montones los paseos y la naturaleza que uno puede ver, tengo que reconocer que mi deporte es otro: ¡Fútbol, soccer, calcio!
Y por fin, después de casi un año sin prcticarlo, ayer me invitaron a jugar. Yo sé que estoy fuera de forma, pero no importó en lo absoluto. Fe muy muy muy devirtido. Fue la mejor forma (y excusa) para salirme un poco de la rutina que a veces me ahoga.
Ayer terminé el día de forma diferente, saludable. Está bien, en el fútbol se corren riesgos, se pueden sufrir golpes fuertes y lesiones graves, pero la emoción que se siete (por lo menos a quien le gusta) es algo fantástico. No importan los posibles males que se puedan sufrir. Solo se juega y se disfruta.
Y sí, yo sufrí un pequeño golpe... Nada grave, afortunadamente. Solo el codo un poco raspadito. Pero habrá que repetir, ya que, además, siento que el día de hoy me levanté con más ganas, más contento, más animado. Definitivamente, quiero seguir jugando fútbol.

Ah. Y añado una imagen que tomé desde el salón del curso de italiano, al que volví después de casi dos meses de ausencia (por mi viaje a Bogotá, entre otras cosas).

Atardecer en Turín (hacia las 8:45 pm.)